EL QUIJOTE APÓCRIFO: "LOS SALIERIS" DE CERVANTES
EL QUIJOTE APÓCRIFO
Por VÍCTOR A. SAGASTI
Al leer la obra
cumbre de la literatura española, escrita por MIGUEL DE CERVANTES SAAVEDRA, me refiero al texto denominado EL INGENIOSO HIDALGO DON QUIJOTE DE LAMANCHA. La segunda parte de las aventuras de este fanático de las novelas
de caballerías, es una constante refutación a peripecias de un libro en el cual
acontecieron una serie de hechos en las que, tanto él como SANCHO PANZA, jamás vivieron o estuvieron. A modo de ironía, el
texto era referenciado cuando diferentes personas los reconocían por el camino
preguntándoles sobre dicha andadura.
El volumen que citan
fue escrito por ALONSO FERNÁNDEZ DE AVELLANEDA,
con fecha de setiembre de 1614.
A continuación, los
pormenores.
En este compendio, QUIJOTE se llama MARTÍN QUIJADA, quien cierto día en su residencia de ARGAMASILLA DE LA MANCHA, acompañado
por su criada, que además es su sobrina MADALENA,
recibe la invitación para asistir a unas competencias de caballería en ZARAGOZA.
En un comienzo
promete por esa participación, a raíz de sus divagues, situaciones hilarantes
garantizadas.
Otro punto que desde
el inicio dota de cierto atractivo, es como QUIJOTE se apoda como “EL
CABALLERO DESAMORADO”, a raíz de haber perdido interés en ganar el amor de DULCINEA DEL TOBOSO.
Los puntos
negativos: SANCHO PANZA convertido
en un cliché, un ser hueco y atontado, el cual reiteradamente arruina las
diatribas de su amo con solo pensar en comida, perdiendo el remate a las frases
del manual original.
A medida que avanzan
en sus veintiséis episodios, quizás la competencia medieval sea desaprovechada.
Situaciones
similares al ejemplar de CERVANTES se
reiteran; por ejemplo, confundir cosas con gigantes, constantes mamporros de la
gente, previa burla por los divagues del altruista, además de un relato
enmarcado demasiado extenso y tortuoso.
En mi humilde
opinión, solo se destaca la confusión de una mujer de la calle con una reina de
las AMAZONAS. Con sus delirios, QUIJOTE la llama REINA CENOBIA. Al explayarse esta damisela, acarrea todo un trasfondo y desamor que
conmueve; incluso con su drama, entristece a este lector.
El elemento
innovador está en las líneas finales que sirven de epílogo, desaprovechando el
potencial de idea, en lugar de lo volcado en papel.
Aunque es una obra
difícil de conseguir, de tener la oportunidad, es necesaria, si se precia
seguidor de la literatura y la de la leyenda alrededor de DON QUIJOTE.
En cuanto a la
persona detrás del pseudónimo ALONSO
FERNÁNDEZ DE AVELLANEDA, se adjudica especialmente a LOPE DE VEGA; otros ubican a JERÓNIMO
DE PASAMONTE (compañero de CERVANTES
en LEPANTO), ALONSO FERNÁNDEZ DE ZAPATA, Párroco de AVELLANEDA, entre otros.
Independientemente de quién haya sido,
poco importa, debido a que, pese a buscar provocar, solo consiguió que el autor
original elaborara un supremo cierre a su creación más emblemática.
Si quiere
documentarse respecto del contexto histórico y social en que fue concebida esta
novela y la verdadera versión, la prosa de caballería que tanto inspiró y fue
tomada en sorna, la geografía e idiosincrasia de ESPAÑA, como cualquier información que precise, la biblioteca lo
espera en sus diferentes opciones: populares, públicas y escolares, para que su
conocimiento se enriquezca.
Será hasta cualquier
momento desde EL MANZANAR DE VÍCTOR.
FUENTES CONSULTADAS
- FERNÁNDEZ DE AVELLANEDA, ALONSO; EL
QUIJOTE APÓCRIFO; EDICIÓN DE
ENRIQUE SUÁREZ FIGUEREDO; junio 2014; BARCELONA; ESPAÑA.
- http://revistaleer.com
- http://www.cervantesvirtual.com
- https://www.elmundo.es
- https://www.freepik.es
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